Popurrí comunicacional

Existen tantos credos como personas en la Tierra, algunos con fama, otros de entre casa, pero ni siquiera la persona más desconfiada y anarquista de todas(cualidades que pueden venderse por separado) puede decir que no cree en nada, aunque sea cree en la nada. Con justificación o no, con pruebas empíricas o milagros, los humanos nos caracterizamos por opinar, algunos sabiendo, otros como la humilde dueña del blog con el simple conocimiento que se obtiene del observar complementado con la lectura, pero saber observar es importante, todo un arte en la cual incursiono.
Volviendo al tema que intento volcar en estas hojas virtuales, observando podemos reconocer muy fácilmente que aquel ser humano que se exprese como tal, tiene su opinión formada sobre cuanto tema se le pida o no; paseando por la net descubro que se dice ser una característica típica del llamado argento , y como no he vivido en otros países sólo atestiguo sobre el mio: tienen razón.
Nuestros queridos medios de comunicación, son el vivo reflejo de nuestro accionar (si, me incluyo). La discriminación no existe cuando se debate en la TV, Todo aquel que tenga una cámara enfrente que lance la 1º palabra, a la cual todos respondemos con opiniones parecidas o no, desde nuestras casas. Vaya maravilla este sistema! nos hace mucho más cultos... ¿Nos hace mucho más cultos? mmm... No!
Así es opinamos, escuchamos opiniones, vemos opiniones, leemos opiniones que no son mas que subjetividades, que en el 80% de los casos son mal infundadas, por lo tanto volvemos a toparnos con otra conclusión: la cajita mágica no ayuda a construir a personas críticas, salvo muy pequeñas excepciones, ayuda a destruir a todo potencial de mente intelectual.
Mi postura frente a esto no es una revolución en la cual se quemen los medios de comunicación, no quiero destruirla porque se ve que les resulta efectiva (a sus patrocinadores), sólo hay que cambiar algunos tornillos y ajustarla para el objetivo común proclamado por los seres humanos: la educación, sin rótulos de ningún tipo el educar es formar al ser de manera íntegra para que luego pueda utilizar esas herramientas en su vida; si las telenovelas o programas de chimentos (ejemplos más extremos) ayudan a desempeñarse en la vida bienvenidas sean a la programación pero estoy firmemente segura que no es así.
Para concluir y no continuar un debate en el cual voy de tema en tema sin dar un final, voy a decir que : actuaré por una nueva generación de medios comunicacionales, formaré parte de un movimiento de pseudointelectuales y por último pero no menos importante demandaré a los escritores de los libretos de las novelas sudamericanas.